lunes, 22 de octubre de 2007

Si ven a Michael Scofield avisen a la policia

Primera entrada, algo simple: una crítica. No, aburrido, demasiado simple, demasiado típico. Pero si voy a basarme, en parte, en la última película que ví en el cine: El Orfanato. Y voy a hacer esto para exponer el supremo odio a lo irracional en el cine tan característico de mi persona.
Con irracionalidad me refiero a ese punto al que llega alguno de los guionistas de series como Prison Break o Smallville en el que ha metido a su protagonista en tamaño berenjenal que es imposible que exista una manera para conseguir salir de él de un modo humanamente posible. Me refiero a ese momento en el que el protagonista, tras haber sido perseguido y finalmente privado de escapatoria alguna, encarado al malo y desarmado, preparandose para afrontar su inminente muerte, tan sudoroso como desesperado, descubre que hay una pistola tirada en el suelo, o una salida de emergencia por la que puede huir (llegados a ese punto deseo fervientemente que esa trampilla le conduzca al mismisimo infierno, donde el demonio le ate a un árbol para que un pájaro le coma cada día las tripas y por la mañana le vuelvan a crecer, para volver a sufrir a diario el mismo castigo)
Es posible que no tengan mucho que ver la fantasía en el cine, como es el caso de El Orfanato, y las coincidencias estúpidas en el guión, como es el caso de Los Serrano (una serie en la que siempre que alguien comete adulterio, lo cual pasa a menudo, es sorprendido por la persona a la que estaba engañando).
Pero es practicamente lo mismo si nos centramos en el hecho de que los guionistas elaboran un guión en el que predominan los giros inesperados, consiguen que el espectador no sea capaz de predecir un final y lo que hace que ese desenlace sea algo tan imprevisible es el mero hecho de que no es algo racional, no es algo posible en el mundo real. Por eso me centro hoy en la ópera prima de J.A. Bayona, es evidente que está rodada de forma magistral y es sobresaliente el trabajo de actores principales y secundarios (sorprendentes las dotes del niño, Simón) pero aunque podría haber sido una película perfecta el guión se apoya en fenómenos paranormales que si bien logran que la protagonista consiga su propósito en el filme hacen también que no sea una historia real, sino un cuento de hadas.
La película merece sin duda representar a España en los Oscars, pero una película, sea del género que sea, tiene mucha mas fuerza si se basa en hechos reales y no tiene mérito que el desenlace sea inesperado solo porque sea algo fantástico.
Si lo que esperaban era leer una crítica de la película que nos representará en la proxima ceremonía de los Oscar aquí tienen una par de páginas bastante aconsejables:
http://www.labutaca.net/films/54/elorfanato.htm
http://www.aullidos.com/pelicula.asp?id_pelicula=1035

1 comentario:

Daniel Rivas Pacheco dijo...

Buenas Ibarburu.
Me ha gustado la critica que has hecho sobre la irracionalidad en el cine, pero no estoy de acuerdo. Creo la irracionalidad puede servir para las películas del género de terror/fantasía, y para otros más.
La historia es de fantasmas, ya de por sí bastante poco racional, así que el final no está tan desencajado.
Además debo de anotar, y sin querer contar el final de la película, que Belén Rueda va muy pasada de pastillas, xD.

Tomás pasea por la casa, jajaja.

Un saludo Pablo