martes, 11 de diciembre de 2007

Talentosísimos

Verdadero talento. Coppola, Puzo, Pacino, Brando o Duval en "El Padrino"; Allen y Rhys Meyers en "Matchpoint"; David Chase, James Gandolfini, Michael Imperioli o Steven Van Zandt en "Los Soprano"; De Palma y Pacino en "Scarface"; James Manos Jr. y Michael C. Hall en "Dexter". Estas obras de arte (además de otras no mencionadas) tienen algo en común: personajes delíctivos a quienes no queremos que detengan.
Los personajes reflejados en estas películas son asesinos, mafiosos o psicópatas. Mienten y roban, abusan y son infieles, asesinan y descuartizan, son fríos y despiadados, poderosos y ambiciosos. Si escuchasemos hablar de ellos en las noticias querríamos verles entre rejas o, los más radicales, sentados en una silla, atados de pies y manos, agitándose por la reacción de su cuerpo a unos cuantos voltios de electricidad.
Sin duda obras maestras. Consiguen que nos encariñemos con unos personajes a los que deberíamos odiar e incluso justifiquemos algunos de sus actos (los menos atroces). Nos muestran a personas que a pesar de cometer verdaderas barbaridades también tienen buenas cualidades. A lo largo de la película/serie les cogemos cariño y nos asustamos cuando vemos que su vida se encuentra en peligro o que pueden ser arrestados.
Hay quien opina que no deberían realizarse estas producciones porque son propaganda para realizar dichas acciones, puesto que parecen justificarlas. Hay quien opina que sus personajes deberían acabar en prisión, dando así una lección moral a los espectadores. Yo digo que si se tomaran estas medidas nos encotraríamos con la censura superlativa. Se estaría atentando contra el arte.
Verdadero talento el de quien, a través de la imagen y el sonido, puede convencernos de lo imposible. Puede lograr que nos encariñemos con el mismísimo Diablo (también conocido como Paris Hilton) ayudandose de su arte. Benditos los talentosos.

No hay comentarios: